Muy buenas, gran familia APIR!
En el largo camino hacia la consecución de vuestra plaza PIR, tendréis que enfrentaros a buenos y malos momentos. Nadie os dijo que sería fácil, pero llegar a ser Psicólogo Interno Residente conlleva renunciar y postergar varias facetas de nuestra vida. Los pires no son ni bichos raros, ni marcianos ni genios de otra dimensión. Son personas como tú, tienen rostro, sufren y tienen problemas, y en muchas ocasiones, pensaron en abandonar.
En el PIR sólo los constantes logran cruzar la meta, y en esta recta final queremos daros un empujoncito con este vídeo:
A por el PIR, APIRes!!!